lunes, 28 de febrero de 2011

No culpes a nadie


Durante el viaje al Campeonato de España Master tuve la oportunidad de hablar largo y tendido e intercambiar opiniones con Jesús, uno de los magníficos compañeros que he encontrado en el CN Gimnasio Valladolid. Uno de los temas de los que hablamos fue sobre filosofías de vida, y su influencia en el éxito y fracaso en la vida y en el deporte.


Tras el viaje me envió un enlace a un poema de Pablo Neruda que transmite, como solo un genio de las letras como él puede hacer, las ideas que desarrollamos en esa conversación, y que copio a continuación (tomado del blog de Salvador Méndez Piñón).

No culpes a nadie

No culpes a nadie,
nunca te quejes de nada ni de nadie,
porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de
Acusarte en el fracaso para volver a empezar;
corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas
del error.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean,
hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer,
las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o
fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte,
enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera,
todo dependerá de ti;
no te amargues con tu propio fracaso,
ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño,
recuerda que cualquier momento es bueno
para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo,
de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si, tú has sido el ignorante,
el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,
como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes de los audaces,
imita a los enérgicos, a los vencedores,
a quienes no aceptan situaciones,
a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo
y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande,
que el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo.
Reconociéndote por tu valor,
por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte,
dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tu mismo eres tu destino.

Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida
Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

PABLO NERUDA

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